Desde que ha terminado esta procesión Extraordinaria no para de venirme a la cabeza esta frase.
Hace semanas que el tiempo amenazaba lluvia entre otras dificultades, pero todas ellas fueron arreglándose una detrás de otra.
Finalmente, con la amenaza de lluvia hasta última hora, pudimos realizar las salidas previstas de una forma más que digna. Porque donde estaba Jesús desaparecían las nubes y llegaba el sol. Porque donde estaba Jesus desaparecía la desesperanza y llegaba la ilusión.
Cientos de ojos vidriosos que miraban a Jesús Nazareno hoy, una vez más su pueblo lo arropa, una vez más, cuando sale Jesús Nazareno, parece Viernes Santo. Porque donde está Jesús, está su pueblo.
Cuantos enfermos te miraron y pidieron desde sus balcones, cuanta paz repartiste.
Desde aquí, queremos agradecer, una vez más al pueblo de Aguilar como arroparon a Jesús Nazareno, su saber estar, su cumplimiento de las medidas sanitarias, su Fe a nuestro Nazareno.
También gracias a nuestro Consiliario, D. Pablo, porque gracias a él y su ofrecimiento, pudimos llevar a Jesús Nazareno a todas aquellas casas de los enfermos que tanto lo necesitan.
Por otra parte, queremos agradecer la pasión de la Centuria, esa Centuria que siempre está ahí, haga falta los ensayos que haga falta, para estar a tope para la salida de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Un placer escuchar vuestros sones y vuestro buen hacer detrás de él.
También queremos dar las gracias a la Policía Municipal de nuestro pueblo quienes, en coordinación con nuestra Junta de Gobierno, nos han ayudado en todo momento, gracias porque gracias a vuestro trabajo, los aguilarenses pudieron disfrutar de Jesús, después de tanto tiempo, por las calles de Aguilar.
Y como no, el último agradecimiento, pero no por ello menos importante a todas aquellas personas que se presentaron para ser los pies de Jesús, un trabajo para nada fácil, pero que gracias a vuestra Fé pudo llevarse a cabo.
Gracias a todos, gracias de corazón.
